Bibié
entre1841 y 1916. Istas obretas ribagorzanas as publiqué en Las
fuentes de la poesía, Zaragoza 1888
Fa
un montón de centurias
Fa
un montón de centurias
Que'en
Estadilla
Ñay
una moreneta
Qu'un
filio cria.
Anque
e casada e vírgen,
Ya
se conoce,
Que
de virtuz la roixa
Dios
dia y noche.
La
chen d'alli la quiere
Más
qu'á una mare
Per
sé tan falaguera
Cuan
van á hablale.
Yo
de chiquerrin ye iba
y
ella me daba
D'aquellas
tetadetas
Qu'engordan
l'aima.
Y
de gran, ¡cuántas veces
Venme
amargado
M'ha
tornau con dolzura
A
untá los labios!
Cosa
milló s'encontra
Corrén
pel mundo.
Los
honós y grandezas
Son
bardo y fumo.
Ella
vive en la sierra
y
pa puyaye
Da
pllumas al qui eslige
Pa
i pel aire
A
yo una palometa
Dintro
del pecho
M'ha
ficau, qu'amenudo
Va
y le da un beso.
Cada
vez que l'envio
La
palometa
(Que
e cuan chemeco ú plloro),
Torna
y m'alegra.
Tambén
m'ha posau alas
Al
pensamiento;
Per
ixo volo tanto
Cuan
volá quiero.
Pa
si en caso e zelosa
La
moreneta,
Cuan
cortejo atras virgens
M'acordo
d'ella.
Trozez
del alma mia
Yo
le regalo
Y
sé que me los guarda
Dintro
d'un carro.
Si
puedo i á la casa
Per
la costera,
Puyo
con alegría,
Baixo
con pena.
Como
vive tan alta
No
toz ye puyan
Que
sen los tozals aspros
Los
peus se punchan.
Que
aon ñay virtuz, las rodian
Peñas
cortadas
En
rollizos, culebras
Llobos
y barzas.
Bendita
seigas casa
D'ixa
morena,
¡Tan
fuerte sin castillos
Ni
centinelas!
No
toz los qu'y allegan
Son
recebidos,
Que
ella vey qui va majo,
Per
fuera y dintro.
El
mal camino á qui ama
No
implica brenca
Ni
el peu fuerte entrepuza
Con
escaleras,
Si
sabe que el romero
Y
el tremoncillo
Alto
siempre rechitan
Y
estan flloridos.
Y
entre olós y gris vive
La
más graciosa
Mullé
que á los poetas
Tanto
inamora.
Allí
al rededó tiene
Pa
compañia
Angeléz
que l'envio
Pllenos
de dicha.
Yo
cosa le demando
Perque
e tan sabia
Que
me da y me endevina
Lo
que me falta.
Y
m'ha brindau su carro
De
filos y estrelas
Pa
cuan fuiga ben lejos
Vaiga
con ella.
Cuan
va morí mi mare,
Reín
me diba:
«De
tú queda encargada
La
Carrodilla».
Puya,
puya pastoreta
Puya,
puya pastoreta,
no
lo dixes per los frios
ni
las nieves. Yo no baixo
perque
no me pegue el tio.
Púyatene
en t'aquí lluego
que
fa días ben bonicos.
Puya,
sin más desencusa
mañana
pel demaitino.
Púyatene
la chuflaina,
el
chuflé y el panderico,
los
ferrez y castañetas
pa
que podán divertimos.
Si
no querese tu mare
dixa
fuí algun crabito
y
como qui va á pillalo
escápate
en cuatro brincos.
Cuan
allegues á Chardiz
ú
á la Ubaga, ú al tresvio
del
tozal de Palomera,
(si
vas per l'atro camino)
pósate
en una altureta
y
fesme cuatro chuflidos,
que
ya los sentirá el cocho
si
yo no puedo sentilos,
que
lladra per cualquié cosa.
Si
allegán á reunimos,
pasarén
el dia chuntos,
mos
cocerén un petrico,
dirén
que la güella negra
ha
malpariu. Y en seguido
de
chitá chullas y tragos
baylarás
«Pobre negrico»,
que
el toco con la chuflaina
milló
que aquel siñorico
que
va pasá ya fa dias
y
que tocaba el requinto
pel
llugá. El que paraba
en
casa don Federico
y
lo van chitá á tochazos
los
mozos, perque el muy pillo
se
les comeba las cocas.
Me
penso que t'habran dicho
que
toco con castañetas
y
da gusto de sentilo,
la
entrada del rey de Francia,
y
el trunfo de Cárlos quinto.
Tambén
con la gaita toco
(ixo
que no é de botico)
l'ino
de Riego y la jota.
Los
corderez y crabitos
llocos
se tornan cuan toco
El
negro va al atordido,
lo
pilla per la pateta
y
vienga féle da brincos.
Se
posan detras de un buixo
el
palomo y el purrico
y
á tozolons se estozolan.
Llinzoléz,
reyé y el pinto
encara
que á ratos rumian
també
son ben divertidos:
ayere
van rompé el cantre
y
la folla del cochillo
y
he de bebé abocinado
y
he de rompé el pan á pizcos.
Anda
las güellas me ródian
cuan
sienten los rechoflidos.
La
tripona y la papuda
y
la mare del calistro
se
estiman más los mardanos
y
sen van con el vacivo.
De
vé todas estas cosas
yo
també tocán men rio.
¿Pus
y el cocho? Vei la gresca,
sen
viene en t'al lado mio,
se
chita, le doy un troz
de
pan muixado con vino,
y
si toco se revulca,
se
rasca en algun rollizo,
y
que viengan llobos y onsos
que
encara que fuesen fuinos
y
encara que tiengan fame,
se
los dragaria vivos.
Mira,
á fé ten reirias,
pastoreta,
te lo digo
que
no dixes de puyá:
fa
un sol... que voy sin jostillo...
y
aquí no ñay brenca boira...
Y
á más, ¿va que tú no has visto
lo
que dende aquí se vey?
Más
cielo que el cielo mismo,
más
mundo que el mismo mundo,
la
tierra de cuatro obispos,
dende
Ardós anda el Moncayo
y
condados más de cinco,
y
prou treballos van dá
á
gabachos y á moriscos;
la
sierra anda la Algareta
y
el pllano anda el Cinca llimpio;
á
la zurda los bozudos
y
á la drecha los radidos
con
qui reñín á fonazos
como
troyanos y tirios
y
reñirén, si no tornan
Adan
y Eva al paraíso.
Se
vey el Montaguares
y
el camino del molino,
los
palleros y las eras
y
la peña del castillo,
aon
veviba la de Castro
antes
de tení marido
que
va casá con Moncada,
buen
misache y home rico,
conde,
virey y marqués
muy
sabido y muy leido
veniba
de reis de Francia
y
de Sicilia. Ella de fijo
se
llamaba Margarita,
sin
pares, y aquí unos tios
le
van enseñá las lletras
y
de toz los millós llibros
sabeba,
como los sabios,
los
griegos y los llatinos;
baronesa
de Llacuna,
vizcondesa
de Illa. El mismo
Pedro
primero eba feito
corte
aquí del Siñorío,
cuan
sitiaba á Calasanz,
la
más maja que se ha visto
y
puyaba alguna vez
per
toz estes barranquizos,
eba
muy rica y muy choven
y
cuan va vení el marido
van
fé en el portal del sol
justas,
bayles y novillos,
como
cuan se casan reinas.
A
más el yayo me ha dicho
que
María de Gurrea
eba
yaya per lo visto
de
ella vevín en Pedrola,
y
antes en Luna y Murillo.
També
se vey dende aquí
la
casa del mocé endino
que
tanto va dá que fe
per
lo majo y lo atrevido,
se
conoce que su mare
pe
las sentencias y dichos
y
las penas que pasaba
eba
más sabia que un llibro,
y
pa tol mundo valeba:
aquel
eba un mocé listo
y
teniba estes tozals
ben
caminaus y corrius;
aquel
que tanto cantaba
que
pareceba un chorlito
y
siempre miraba niedos
de
los mixons más bonicos,
que
també va sé escolano
como
may sen'habrá visto,
y
teniba el pelo rubio
de
pinocha de panizo,
y
les feba á las mozetas
los
versos más divertidos,
y
per ixo lo cerraban
en
l'estudio, si, per ixo
y
que dimpues ha estudiau
la
musa, y prou endevino
que
agora rai, fa reí
á
los muertos y á los vivos
y
capaz de fé pllorá
al
más bueno y más malino.
Dicen
que tornará aquí
cuan
se case y tienga fillos;
perque
querria morise
aqui,
perque aquí ha naciu.
Se
vey Costean, Balbastro
y
cien llugás ben destintos.
Se
vey Turbon y Cotiella
que
é de toz el más gran pico
del
Perineu. Dende allí
se
vey el mar vizcaíno
y
el catalan: pa veyelos
se
ha de tení un ojo fino.
Se
vey la Mola-Terreu,
se
vey Guara con tres picos,
se
vey la sierra Alcubierre
de
mala chen ya fa siglos,
se
verá el ferro-carril,
se
sentirán los chuflidos,
que
ya allegan las maquinas
á
Selgua y se siente el ruido.
Dende
aquí casi se vey
la
sierra chunto á Murillo
de
Estronad, aon habitaba
el
Romeu tan aguerrido,
el
que con doce mil homes
de
Aragon, tanto estropicio
va
fe en Navas de Tolosa,
cuan
tó ya estaba perdiu,
y
un pastoré, como yo,
que
les vá enseñá el camino,
de
una sierra, y dende allí
van
destrozá al enemigo;
el
que va casá tres filias
con
tres reis, que le eban primos,
y
él no quereba coronas
ni
res más que criá fillos,
y
cortejá á las princesas
de
cristianos y moricos.
Aquí
ñay muitos mixons
muitas
fuens y muitos rios,
y
oliveras de mil años
pllantadas
pel rey Marsilio.
Dende
aquí se vey el puerto
aon
Roldan el atrevido
y
el atrevido Benardo
se
van reñí enfurecidos.
Per
aquí va pasá Ordoño,
Garci-Nuñez
y Ramiro,
antes
que els Tarik y Muza
antes
que els D. Sigerico,
antes
que él Pompeyo y César,
antes
que él el tuerto púnico
antes
que él y va está Barcas,
muito
antes que él los fenicios
y
muy fácil que D. Tubal
nacese
per estes riscos,
que
yo no invento mentiras
tan
gordas como Virgilio,
perque
la chen de estas tierras
pa
puya no ha de fe el grillo:
y
son pocos los que volan...
Dende
aquí se vey el sitio
del
ataque de la barca
en
tiempo de Cárlos quinto
de
la corona del reino
el
pretendiente, y los tiros
aun
chuflan per las orellas
y
Balbastro é buen testigo.
Per
aquí se vey per aon
tomarán
l'aigua del rio
pal
canal que á Tamarite
llegará
el dia del joicio,
y
que ya fa que lo fan
dende
Augusto tio de Tito.
Encara
se veyen cosas;
pero
me canso de dilo,
que
tiengo la Carrodilla
á
la zurda, como miro,
y
allí han foiu los corderos,
que
cada vez que te escribo
me
los guarda la morena
en
un corralé bonico,
chiquerrina
é y en carro
ella
va como su filio
(que,
anque é virgen vá casase
con
el pastó más antiguo,
que
solo con su gayata
fa
tremolá á toz los vivos),
y
quiere á los pastorez
que
paixentan güellas muito,
perque
també ella é pastora.
També
á tú te me dirijo
pa
contate pastoreta
lo
muy muito que te estimo
y
que sin tú no me trobo
perque
estoy siempre aflegido.
Si
no puyas, pastoreta,
¡vete
aquí un home perdido!
Manguilla
tiengo en la alforcha
que
anda hoy he teniu á dintro
de
un forá, será pa tú
tó,
sino puyas, la pillo
y
debaixo de una tella
la
amagaré con espígol,
fenollo,
bocha y romero
y
coscollo y tremoncillo,
pa
que el aire no la seque;
perque
ñay cascabelicos,
pansas,
orellons y prunas,
almendras,
nous y mostillo.
¿Puyarás,
di, pastoreta?
no
sé perqué non confio...
¿Que
m'importa que el pañuelo
lo
lleves de recio llino
que
se fa de las madixas
dimpueses
que está texido?
Y
anque lleves las faldetas
curtas
del coló de vino,
el
aceite aun en las medias
y
zuecos como los mios,
caperucha
de tu agüela
y
chipon como un jostillo;
brenca
me agradan los guantes,
ni
meriñaques, ni anillos,
ni
apargatas de la moda,
ni
pendientes ni cercillos,
y
ni escobillas, ni peines,
sino
alguna vez los cinco.
Milló
que no tiengas campos,
al
menos tó lo que é mio
será
tuyo si te casas
con
yo que soy qui te estimo.
No
repares perque seiga
yo
delgadé como un filo
y
seiga un poqué chiboso
como
lon era mi tio,
y
anque soy tuerto te veigo,
y
anque soy coixo te pillo
Sabes
que en casa soy solo,
no
ñay suegros maldecius
ni
cuñados, ni parientes,
ni
amigos, ni conocidos,
que
te calenten la cholla
y
te furten lo preciso.
La
casa será esta sierra,
y
los del arriero rico
prou
me tendrán pa pastó
que
dende chicó mey crio;
y
farán per yo unas bodas
mas
nombradas que se han visto;
no
de Camacho con pizcas,
sino
del Caná con vino,
y
pá qu'en faiga del aigua
llamarén
á Jesu-Cristo.
Prou.
No quiero se más llargo,
sino
viens, anda el domingo.
Mil
ochocientos sesenta
y
uno, en Enero. Tu Quico.
¡Ah!
¡qui torná podese!
¡Ah!
¡qui torná podese
á
corré per las eras
y
ferrinals, los dias
que
estudio no ñabeba!
Y
á puya las calzadas
detrás
de las mozetas,
y
chuntos de las manos
á
baixá las espuendas.
¡No
querria acordame
de
tantas horas buenas,
curtas
como los gozos,
dulces
como la bresca!
Per
ellas yo eba artista
y
les feba comedias
y
les vestiba moñas
y
les pintaba ilesias.
Per
ellas en los güertos
per
foraz me meteba
y
les colliba rosas
y
les furtaba peras.
Con
ellas me escapaba
á
los peus de la sierra,
y
les buscaba espígol,
morterez
y violetas.
Atras
veces mon iban
á
alguna fontaneta,
y
ellas aigua en mis manos
bebeban,
yo en las de ellas.
Atra
vez mos buscaban
y
en casa mos perdeban,
per
alcanza con tochos
mostillo,
ugas ú servas.
Me
demandaban versos
y
yo versos les feba
con
tinta de malicia,
con
plluma de inocencia.
Una
vez en l'estudio
los
va trobá la maestra,
y
á ellas y á nusatros
¡cara
va está la fiesta!
Y
si tó lo charrase,
quedaría,
pa pena,
la
boca pllena de aigua,
y
la alma de tristeza.
¡Ay!
qui tornà pódese
á
chugá per las eras
y
fe de tanto en tanto
alguna
foineta.
Si
la inocencia e cielo
y
aquello cielo eba
quiero
lluego morime
pa
veme entre mozetas.
Qui
no abra, cuan llame
Qui
no abra, cuan llame
al
que tiene fame,
¡dia
llegará
que
chemecará!
Si
fuese moceta
ben
espigadeta,
rosa
como el sol
maja
de verdá,
y
no abra, cuan llame
el
que tiene fame,
¡dia
llegará
que
chemecará!
Si
tiene pasion
y
buen corazon
y
dice que ha feito
muita
caridá,
y
no abra, cuan llame,
el
que tiene fame,
¡dia
llegará
que
chemecará!
Si
he madrugadera
y
muy rezadera,
preguntánle
á Dios
lo
que puede dá,
Y
é sorda cuan llame
el
que tiene fame,
¡dia
llegará
que
chemecará!
Y
la que en su vida
la
cosa ofrecida,
anque
lay demanden
la
quiere soltá,
anque
abra al que llame
perque
tiene fame,
¡dia
llegará
que
chemecará!
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